La ciencia, impulsada por la necesidad social de una reincorporación temprana a la actividad laboral, se encuentra en la búsqueda continua de allanar la pronta recuperación de los pacientes.
Uno de los ejemplos más claros de avance en el campo de la ciencia y la medicina, es el arsenal de técnicas quirúrgicas y de herramientas empleadas para el tratamiento de las enfermedades de la columna espinal. Las lesiones de la columna son muy incapacitantes para los deportistas y si no se tratan de manera precoz, pueden ocasionar secuelas invalidantes con consecuencias nefastas para el futuro del profesional. Esto conlleva a pérdidas económicas importantes a nivel personal y para las empresas donde los deportistas desarrollan su actividad.
También los deportistas de alto nivel y amateurs que desarrollan planes de entrenamiento casi a nivel de un profesional, someten su columna vertebral así como otras articulaciones a un estrés importante, según el deporte que practiquen. En ocasiones, igualmente poden coexistir factores personales que predisponen a la aparición de lesiones y/o enfermedades de la columna vertebral.
Los síntomas más comunes que alertan de estas lesiones son el dolor de espalda (lumbalgia) y el dolor en las piernas (ciática). Otros síntomas menos frecuentes, pero que deben hacer acudir cuanto antes al paciente al especialista, son la pérdida de fuerza en alguna de las piernas, alteración de la sensibilidad en los genitales o la alteración de los esfínteres (incontinencia urinaria o fecal)
Hoy en día, a diferencia de lo que sucedía no hace mucho tiempo atrás, se han refinado las técnicas quirúrgicas para el tratamiento de estas patologías. Y a nivel científico, ya existe evidencia que comprueba que el uso de técnicas mínimamente invasivas, permite que los pacientes vuelvan a desarrollar sus actividades físicas de manera precoz, con menos secuelas postoperatorias logrando el mismo resultado final que con las técnicas tradicionales. Todo esto se logra ya que los abordajes realizados para estas cirugías en la actualidad, producen menos daño muscular, menos sangrado operatorio, y por consiguiente una menor necesidad de tratamiento analgésico, menor tiempo de ingreso hospitalario, menor o nula necesidad de transfusiones y menor índice de infecciones postoperatorias, lo cual reduce drásticamente el tiempo de incapacidad.
Por tanto, las cicatrices internas y externas permiten la puesta en funcionamiento de manera precoz de los grupos musculares intervenidos para cumplir los planes de rehabilitación que se requieran y estéticamente la huella que deja el cirujano en la piel es mucho menor.
Los pacientes que se sometan al tratamiento quirúrgico de la hernia discal (la lesión más común que ocurre en deportistas en la columna vertebral) a través del abordaje mínimamente invasivo, a las pocas horas de la intervención, pueden estar en su casa, deambulando y con una desaparición de los síntomas de manera casi inmediata, siempre y cuando el tratamiento se realice de forma precoz.
Otro gran elemento que ha permitido el avance en este campo de la cirugía de la columna es la navegación espinal. Desde principios de este siglo, han venido desarrollándose sistemas que con el uso de las imágenes obtenidas antes o durante la cirugía, permiten, a través de programas muy avanzados y referencias colocadas en los pacientes, el tener un sistema «GPS» para la localización de las lesiones en la columna y la colocación de sistemas de instrumentación de manera más precisa que los sistemas de imagen convencionales. Con estos las complicaciones derivadas de la mala colocación de los sistemas o de la localización de las dianas terapéuticas se reducen significativamente.
En este campo, como en todas las áreas de la medicina, existe el lado oscuro o no tan agradable de los procedimientos. El desarrollo de estas técnicas y el cambio de las técnicas tradicionales a la Cirugía Mínimamente invasiva Espinal requiere una alta especialización. Esto conlleva a una dedicación casi exclusiva del cirujano a la cirugía espinal y muchos años de entrenamiento. La Navegación Espinal es una herramienta que no siempre esta disponible por su elevado coste, pero se ha demostrado que, combinando la Cirugía Mínimamente Invasiva con la Navegación Espinal, debido a la disminución sustancial de las complicaciones derivadas de la cirugía y la incorporación casi inmediata de los pacientes a la actividad rutinaria, los beneficios económicos favorecen sustancialmente la implementación de estas técnicas.
Dr. Ferreira Martins @lepomart
Neurocirujano, Especialista en Cirugía de Columna, Unidad de Columna del Instituto de Traumatología Estévez.